miércoles, 24 de octubre de 2018

Tengo una pésima relación con mi cuerpo y con mi alimentación. A veces como muy bien a veces me atasco y termino vomitando. Pero me causa mucho "cringe" mucha cosa que todas las chicas de mi trabajo de la pasan siempre hablando de dietas, de nutriólogos, de retos de bajar de peso, de operaciones. Creo que es normal, es lo que le venden a las mujeres y  la mayoría lo compra, yo soy la más gorda de mi equipo de trabajo y siempre en sus pláticas me siento mal. Hace unos meses me harté tanto que deje de comer y empecé a vomitar otra vez, pensé en que es cierto: nuestro deber es odiar nuestro cuerpo, porque cuando tratas de amarlo con sus defectos solo recibes críticas, te ayudarán a buscar defectos,si no es el brazo, el pelo, la panza, los cachetes, TODO. Así que hace unos meses comencé también a platicar a la hora de la comida odiándome, creo que es más fácil que tratar de amar un cuerpo que no entra en la medida. Lo acepté, me odio, me odio con todo mi ser por ser fea, ser gorda y ser tonta.